La Logia de la Beccheria y de la Misura

La Logia de la Beccheria y de la Misura

Piazza Pompilio - Forlimpopoli

La Logia de la Beccheria (Carnicería)

Es el característico edificio porticado, construido en 1865 para alojar las actividades de sacrificio y venta de carne de animales.
El proyecto está firmado por el arquitecto forlimpopolés Giuseppe Tellarini. La logia toma el nombre del término “beccheria”, con el que se indicaba normalmente el lugar dedicado al sacrificio y a la venta de animales “de pico” (becco); posteriormente, el término llegó a incluir todos los espacios dedicados al comercio de carne de animales en general.

El edificio está situado en la parte oriental de Piazza Pompilio, obtenida en la segunda mitad del siglo XVIII a través del cegamiento del foso septentrional y destinada a recibir las actividades comerciales de la ciudad de Artusi. Ya en los años veinte y treinta del siglo XIX, se abrieron unas puertas en la pared externa de la fortaleza que da a la plaza, para utilizar las habitaciones internas como tiendas. En efecto, tres de las cuatro actividades que se iniciaron fueron carnicerías, para las cuales se construyó una gran nevera en un sitio de la fortaleza adyaciente a las tiendas y que servía para conservar la carne. La nevera, que hoy se encuentra en el interior del área expositiva del Museo Arqueológico de Forlimpópoli, fue utilizada hasta lo años sesenta del siglo XX.

La Logia de la Misura (Medida)

Cerca de la Logia de la Beccheria, se encuentra la Logia de la Misura, llamada también Foro Annonario, erigida en 1817 por la administración de la ciudad de Forlimpópoli. Además de un papel importante para el desarrollo del comercio, la Logia es, desde su origen, un agradable elemento de arquitectura que contribuye a mejorar notablemente el aspecto del contexto urbano en el que se encuentra.
Aún hoy, la Logia se caracteriza por las columnas sobrias y elegantes, de orden arquitectónico toscano, que se manifiestan en el lado septentrional de Piazza Pompilio.

En el interior de la Logia, fueron colocadas dos placas, una dedicada a los pularul y la otra a los baruzér (en dialecto de Romaña, los polleros y los carreteros), en memoria de los que fueron los oficios de los habitantes de Forlimpópoli de un tiempo no tan lejano.